El periodo en sal: cómo influye en el sabor del jamón ibérico

El periodo de salazón es uno de los secretos que define al jamón ibérico. La sal no solo conserva; realza matices y desarrolla la textura característica que lo hace único. Este proceso transforma la carne, equilibrando humedad, aroma y sabor.

La elección del tiempo en sal es crucial: demasiado corto y el jamón no desarrolla su carácter, demasiado largo y la pieza puede resultar excesivamente salada. Cada maestro jamonero ajusta este periodo según el peso, la raza del cerdo y el clima de la bodega.

Beneficios del reposo en sal

  • Conservación natural: la sal actúa como barrera frente a bacterias y mantiene la carne estable.

  • Desarrollo de sabor: permite que los jugos se mezclen con los aceites naturales del jamón, generando notas complejas.

  • Textura perfecta: la deshidratación inicial prepara la pieza para un curado homogéneo y prolongado.

Generalmente, los jamones ibéricos permanecen entre 10 y 14 días por cada 10 kg de peso en sal, dependiendo de las condiciones ambientales y el tipo de jamón. Tras esta etapa, se retira el exceso de sal y se inicia el curado en bodegas especiales, donde el tiempo y la temperatura seguirán perfeccionando el sabor.

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El periodo en sal es un arte en sí mismo, donde cada grano de sal contribuye a crear ese sabor intenso y persistente que convierte al jamón ibérico en un manjar irrepetible.

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